El primer video, que da nombre a la muestra, “Marabunta”, es el registro de una acción realizada en Santo Domingo, Republica Dominicana, en la que un grupo de 21 hombres se acercan al auto cuando se estaciona y empiezan a desmantelarlo por completo imitando el accionar de las hormigas caribeñas, legionarios insectos, que en su movilización masiva se conocen como marabuntas que se caracterizan por su agresivo comportamiento, su carácter nómada y sus incursiones o razias en las que devoran todo lo que encuentran a su paso. “Marabunta” nos hace reflexionar sobre la agresividad humana conectándonos con la metáfora social con la que se nombra el grave problema social que se vive en Centro América con "Las Maras", organizaciones transnacionales de pandillas criminales asociados originalmente en Los Ángeles y que se trasladan al Caribe, y se expanden a otros puntos, debido a las deportaciones de inmigrantes desde Estados Unidos hacia sus países de origen. “Marabunta” se concibió como una pieza en dos tiempos que nos muestra claramente el antes y el después donde las consecuencias del comportamiento humano quedan claramente plasmadas en una escultura construida a partir del despojo, la destrucción y la fuerza. Es un acto de poder. Contrariamente, el cuerpo de la artista se presentó de manera pasiva, lejana. Es el cuerpo de cualquier otro, o de nosotros mismos que hemos aprendido a ver con naturalidad la destrucción en todos sus sentidos.